¿Por qué nos sentimos culpables?
Cuando algo no nos sale bien, cuando nos equivocamos, o cuando alguien sufre las consecuencias de algunos de nuestros actos, la culpa nos invade y nos corroe por dentro.
Empezamos a vivir en el pasado, preguntándonos qué hubiera pasado si hubiéramos hecho otra cosa, y recordando una y otra vez esa situación de la que nos sentimos culpables.
Pero, si reflexionamos un poco, en ese momento, ¿teníamos la información de la disponemos ahora? ¿sabíamos cuál iba a ser el resultado de nuestros actos? ¿lo hicimos pensando que era la mejor de las opciones?
Seguramente, las respuestas a estas preguntas están claras, y es en este momento cuando nos damos cuenta que no debemos sentirnos culpables por nuestros actos, sino tomarlo como una lección aprendida para que no vuelva a suceder.
Y es que esta vida es eso, aprender de todas las experiencias que se nos presentan para evolucionar y convertirnos en la mejor versión de nosotros. De hecho, somos la persona que somos gracias a las experiencias que hemos vivido.
Y ahora que hemos comprendido que no es culpa lo que debemos sentir, ¿qué hago para quitarme este sentimiento tan desagradable?
El primer paso, y más importante ya lo hemos hecho, y es ser conscientes del aprendizaje. El segundo, localizar en nosotros esa culpa y eliminarla para que no nos haga daño.
La terapia energética es una herramienta maravillosa para esto, ya que localiza dentro de nosotros, dónde está esta culpa, y la elimina, liberándonos de ese lastre que no nos hace ningún bien y nos impide ver de forma objetiva la situación que hemos vivido.
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