¿Existen los guías negativos?
¿Quienes son? ¿Cómo es posible que tenga un guía negativo? ¿Me pueden perjudicar?
Dentro de este universo, sabemos que existen dos polaridades energéticas, la positiva y la negativa, y la proporción es del 50% de cada una de ellas. Y esto también es válido para los guías, que los hay tanto positivos como negativos.
Dentro del conjunto de guías espirituales, están los que forman parte de nuestro «equipo de trabajo», donde ya dedicamos un artículo y un vídeo a hablar sobre ellos, y también existen otra clase de guías, que, aunque no formen parte de nuestra «familia energética», podemos tener contacto con ellos puntualmente por diversas circunstancias, y también nos ayudan en nuestra vida.
Todos estos seres, que tienen polaridad positiva, nunca jamás actúan violando nuestro libre albedrío, y siempre trabajan para nuestro bien mayor.
Pero también existe la otra polaridad, la negativa, y es que en el otro lado, existen seres, que lo último que quieren es nuestro bien mayor y nuestro crecimiento, porque precisamente, se alimentan de la energía negativa que somos capaces de generar, y por supuesto, jamás respetarán nuestro libre albedrío.
¿Y cómo actúan estos seres? Pues cuando perciben que tenemos mucho potencial, que podemos hacer grandes cosas, que somos poderosos (energéticamente hablando), o simplemente, estamos de bajón o atravesando una mala época, es el momento en que se acercan a nosotros, sin que seamos consciente de ello y sin haberles dado permiso, precisamente para manipularnos y que empecemos a generar grandes cantidades de energía negativa.
Es entonces cuando empezamos a percibir que todo nos sale al revés, que nuestra intuición no funciona, y que siempre escogemos la peor de las opciones. Y es cuando nos sale todo mal, empezamos a dudar de nosotros, a ser pesimistas, aparecen las inseguridades, y toda una amalgama de emociones negativas que son un majar para estos seres.
¿Y qué hacemos ahora? ¿cómo puedo deshacerme de estas entidades? Lo primero es que no tienen permiso para estar con nosotros, y menos aún para manipularnos o robarnos energía. Y lo segundo, es que somos soberanos de nuestra vida, así que tenemos todo el derecho a expulsarlos de nuestro campo energético.
Con la terapia energética es muy fácil eliminar todos estos «parásitos» de nuestro campo energético, y de hecho, es de obligada comprobación cuando realizamos cualquier limpieza energética.
Cuando nos hemos liberado de estos seres, notamos inmediatamente claridad mental, desaparecen dudas, miedos, y sobre todo, volvemos a recuperar la intuición y la creencia en nosotros mismos.
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